Como es sabido, Ibáñez fue abandonando progresivamente algunas de sus series debido a la sobrecarga de trabajo.Revisando Tío Vivos del año 1967 he podido localizar algunas de las primeras planchas apócrifas, que pueden encontrarse de forma muy evidente en torno al TV 350 (noviembre) y posteriores. A este número pertenecen las imágenes seleccionadas.
13 rue del percebe es una de las primeras de esta revista en pasar a un autor no acreditado, ya desde el nº 349. Se trata de Juan Bernet Toledano, quien a partir de esas fechas realizará regularmente las planchas, convirtiendo a Rompetechos en invitado casi permanente.
Desde la portada, Don Pedrito nos regala su permanente sonrisa, pero ya no de la mano de Ibáñez, sino del mismo sustituto de 13. No tienen más que observar en los personajes circunstanciales sus posiciones algo rígidas y sus expresiones para notar sutiles diferencias de estilo. Sanchís será otro inconfundible sustituto en otro periodo de la serie.
La página de esta semana de MyF resulta desconcertante por su dudosa ejecución, más digna de un neófito que de un autor consagrado. Observen, por ejemplo, en la tercera viñeta, cómo los pies de Filemón y el cliente se hunden en la viñeta, con evidente falta de estética, o la escasa eficacia al resolver el cuerpo de burro de Mortadelo en las viñetas 12 y 13. Si continúan observando pueden descubrir más anomalías.
La página de Rompetechos aún tiene algunos rasgos extraños, si bien más por el efecto de un entintado defectuoso que por autoría apócrifa. En números posteriores, Bernet Toledano alternará con su creador.
La doble página central de Pepe Gotera y Otilio es ibañezca, aunque el entintado ya hace tiempo queda en otras manos.También Uhu, que se publica a semanas alternas en esta revista y en el Pulgarcito, pertenece igualmente a Ibáñez, aunque en esta ocasión la tinta lleva también su sello característico, con volúmenes más gruesos cuando corresponde, a diferencia del entintado más plano de la serie de los chapuzas.
Ibáñez aún volverá intermitentemente a dibujar estas creaciones durante un tiempo, intercalándose los originales con páginas apócrifas en los números que siguen hasta que definitivamente desaparezcan de la publicación con la llegada de nuevos autores y personajes en los años 70. En posteriores entradas intentaremos establecer una nueva acotación.