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viernes, 31 de agosto de 2007

Martz-Schmidt : dibujos

Ayer visité a mi amigo Joaquín Alcaraz Quiñonero, una de las personas que más ha contribuído a la difusión de la obra de Martz-Schmidt, desde que a finales de los 80 organizara en Cartagena una completa exposición dedicada a toda su carrera, y la posterior edición de una revista, que a día de hoy continúa siendo la mayor fuente para aproximarse al conocimiento del autor.

Joaquín tiene en su estudio verdaderos tesoros, enviados por Schmidt durante años: bocetos, recortes de prensa, guiones técnicos, originales…Hasta sus cartas manuscritas tienen enorme interés, por contener valiosos datos biográficos y anécdotas. De mi visita me traje algunas de esas maravillas con la promesa de devolverlas pronto, para escanearlas y contribuír a su difusión.

Hoy les dejo dos preciosos dibujos, de pequeño tamaño (A5) realizados sobre papel con tinta (pincel y plumilla) y rotulador rojo para el marco en el primero, y rotulador negro y rojo para el marco y el fondo en el segundo. La ejecución de ambos es muy limpia, sin rastro de lápices, probablemente calcados en una mesa de luces sobre boceto previo. Por el estilo del trazo podría aventurarse una fecha aproximada de realización en torno a mediados de los años cincuenta, cuando el autor introdujo cambios sustanciales en su dibujo a instancias de Rafael González en Bruguera.

jueves, 30 de agosto de 2007

Tran y las caricaturas

José Luís Beltrán Coscojuelas ,Tran, se inició profesionalmente en El cruzado de Barbastro, diario aragonés en el que publicó sus primeras caricaturas, pero antes incluso ya había pintado al oleo y con acuarela, realizando varias exposiciones y ganando sendos premios.

Desgraciadamente –dice- tuve que dejarlo porque aquello no era demasiado rentable y resultaba difícil triunfar viviendo tan lejos de una capital. Después vine a Barcelona y aquí ya me especialicé definitivamente en dibujo humorístico, que, a pesar de mis principios, me había tirado siempre”.

Se inició en Bruguera con La Familia Repanocha (Tío Vivo, 1960) y continúo con varios otros personajes como Renato, Ringo y Cándido Palmatoria en la misma década, aunque quizá son más recordadas sus series setenteras como Plurilópez, Tete Gutapercha en las derivadas de Mortadelo, y Jorge y Rosita, Purita, agencia matrimonial o Fanny en las publicaciones femeninas de la casa.

Su afición a la pintura y a la caricatura nunca las abandonó del todo. Respecto a la primera, continuó haciendo periódicamente exposiciones y en la actualidad, retirado ya del cómic, es un pintor reconocido, bajo el seudónimo de Humberto Tran. De su actividad como caricaturista trata esta entrada.

En Bruguelandia a principios de los años 80 fue realizando por encargo de Matías Guiu, director de la publicación, una serie de caricaturas de los principales autores de la casa, como ésta de Ibáñez.


Pero ya en los años sesenta se pueden rastrear algunas de ellas, por ejemplo en esta tira publicada en Tío Vivo en 1962, donde el autor se autocaricaturiza.


De la entrevista de Jaume Périch para la sección El mundo de la historieta en DDT (1968), de la que procede la cita del principio, hemos extraído esta otra versión.


Y finalmente, en una historieta de Cándido Palmatoria, el personaje va a visitar a su creador, un recurso que otros autores como Martz-Schmidt o Escobar han utilizado en más de una ocasión.


viernes, 24 de agosto de 2007

Golondrino Pérez




Cuando los principales autores de las revistas de humor Bruguera intentaron su aventura particular con Tío Vivo, se llevaron consigo algunos de los conceptos que habían desarrollado durante años en su casa madre. De esta manera, Conti continuó las desventuras oficinescas de jefe y empleado en Tarúguez y Cía, Peñarroya la vida familiar en La familia Pí, versión corregida y aumentada de su Don Pío, y Cifré las andanzas de un soltero romántico y enamoradizo llamado Golondrino Pérez, un eco de su anterior personaje Cucufato Pí.

Ambos, Golondrino y Cucufato, eran señores diminutos e insignificantes, que simbolizaban la represión erótica de toda una generación, la de la posguerra española, cuya mayor aspiración, por delante del estatus social, era conseguir los favores amorosos de las altas y bellas señoritas que desfilaban por sus páginas. Huelga decir, por supuesto, que sus objetivos resultaban siempre frustrados e inalcanzables.

Aunque ambas series parten del mismo concepto, las diferentes épocas de realización (Cucufato data de 1949) les dan un aire distinto. Golondrino se beneficia de un estilo ya más maduro, donde estalla la violenta movilidad característica de su autor, al tiempo que resulta más esquemática al concentrarse la acción en unas pocas viñetas (formato de media página). Otra novedad destacable es que el protagonista se expresa siempre en versos macarrónicos que provocan la hilaridad del lector.

Golondrino Pérez animó las páginas de Tío Vivo durante más de un año (del 57 al 58) y se reeditó en la segunda etapa, ya en Bruguera, del semanario, entre 1961 y 62. Las planchas presentadas aquí corresponden a ésta última, concretamente a los números 57, 59 y 64, publicados entre abril y mayo de 1962.


Golondrino Pérez (Tío Vivo, 1ª, 1957; Tío Vivo, 2ª, 1961). Guillermo Cifré (Guión y dibujos).

miércoles, 22 de agosto de 2007

Cameos (I) Los Churumbel visitan a Agamenon

En el universo Bruguera pueden pasar estas cosas. Los personajes de la casa no se contentan con vivir sus aventuras semana tras semana, y de tanto en tanto hacen alguna que otra escapadita a una página vecina. Se pueden rastrear muchos ejemplos de esto, y no sólo en series de un mismo autor, como el ejemplo que traía Mortadelón recientemente a su blog, sino también, como en este caso, de autores en principio tan distintos como Estivill y Vázquez.


Lo habitual en estos cameos, sin embargo, es una aparición puntual del personaje invitado, en una o dos viñetas a lo sumo, para reforzar el gag ideado para la ocasión. Por eso resulta chocante
el encuentro -encontronazo más bien- protagonizado por el clan churumbel al completo, que en su vagabundeo diario en busca de sustento, han llegado a las inmediaciones de Villamulas del monte para toparse irremediablemente con el mozo más bruto del pueblo y resultar ellos mismos víctimas de su propia artimaña.


La anécdota podría haberse resuelto con unos figurantes anónimos, como tantas otras, pero al utilizar unos personajes tan conocidos por los lectores (en esos momentos, Churumbel se publica en el DDT tras su paso por El Campeón de las historietas), Estivill consigue reforzarla, al tiempo que enfatiza la pertenencia a un mismo universo de tebeo.




Esta curiosa historieta se publicó en el Tio Vivo 91, de diciembre de 1962. Agamenón llevaba por entonces algo más de un año apareciendo en el semanario juvenil. aqui pueden verla completa.






jueves, 9 de agosto de 2007

Balín y Balón update


Hace poco le dedicábamos una entrada a "Balín y Balón" esos personajes de ibáñez que protagonizaban una tira publicitaria en el Tio Vivo de Bruguera.

Pues bien, gracias a un amigo coleccionista, Paco Martín, de Huelva, les traigo aquí la que puede ser la primera tira publicada, correspondiente al TV nº 66, de junio de 1962.

pueden comparar esta versión original con la última tira de la entrada dedicada a los personajes, que fue reeditada en Super Mortadelo nº 15, en 1973.

Aqui les dejo otras tres tiras, publicadas respectivamente en TV 69, 72 y 77.





jueves, 2 de agosto de 2007

Rubén, un "profe" fetén

Hoy hablamos de Rovira, autor de Segis y Olivio, 5 amiguetes, Pepe, Hotel mediaestrella, Vicente, el dependiente...
y Rubén, un profe fetén.
¿lo conocen? yo hasta ahora no, me sorprendió encontrarlo el otro día en un Mortadelo de 1976, el nº 307 concretamente, fechado el 11 de octubre de ese año.
Debió ser una serie muy corta, pues no aparece en los números inmediatamente anteriores o posteriores de que dispongo, o uno de esos personajes-prueba que después no se continúan, casi siempre por imperativos editoriales y pocas veces debido al autor. Ignoramos los entresijos que impidieron que esta serie tuviera continuidad, pues no desmerece en ningún modo al resto de la obra de Rovira. Con un estilo suelto y dinámico fogueado durante 7 años hasta ese momento en las publicaciones Bruguera, el autor ha alcanzado ya una temprana madurez y una sólida posición en la empresa, que seguirá revalidando en años siguientes con solvencia y profesionalidad. Les dejo con esta página poco conocida.

Rubén, un profe fetén ( Mortadelo, 1976). Jaume Rovira (guión y dibujos).